No es ningún secreto que nuestro semen es legendario y que tiene propiedades nutritivas y curativas que la ciencia no sabe explicar. Ahí están los resultados y Galilea, una de las afortunadas que ha tenido el privilegio de probar nuestra leche directamente de la fuente, puede confirmarlo. Su piel está ahora más suave y no existe rastro alguno de aquellas arrugas que le preocupaban. La colombiana ya conoce el efecto de nuestro esperma en la piel y hoy viene a por la segunda fase del tratamiento. Ahora toda la corrida va a ir a su boca y de ahí todo para dentro.
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